El Judo fue concebido como un método de educación integral. En él se abrazaron filosofías, prácticas y saberes de Oriente y Occidente, para dar como resultado un producto único que pretendía mejorar a las personas y a la sociedad. Nada hay más grande en el mundo que la educación, afirmaba el fundador del Judo, “La educación moral de una persona se extiende a diez mil personas. La educación de una generación se extiende a cien generaciones”.
Hoy en día el Judo es un deporte olímpico en el que grandes atletas luchan por lograr medallas. También es una actividad que practican todo tipo de personas y que puede potenciar el desarrollo físico, intelectual y social. Incluso para algunos, el Judo es un verdadero “camino de vida” que les sitúa y orienta en la complejidad del mundo en que vivimos.
El Judo es una escuela de valores por que trata de valores individuales y sociales como la cortesía, el respeto, la colaboración, la solidaridad, el esfuerzo, la perseverancia, la paz o la bondad. Son valores que se pueden vivir y aprender mediante la práctica del Judo, desde el mismo momento en que el principiante pisa por primera vez un tatami.
En este cuaderno se reflexiona sobre cómo el Judo en sus diversas facetas (Judo tradicional, Judo como deporte de alto rendimiento, Judo educativo, y Judo para todos) puede contribuir a la educación en valores. Se ofrecen citas de personas relevantes en la historia del Judo que inspiran esta reflexión, y se presentan investigaciones actuales sobre la temática. También se ofrecen orientaciones para potenciar la educación en valores a través del Judo, en el convencimiento de que todos aquellos que tienen algo que ver con el “mundo del Judo” pueden realizar aportaciones significativas para que este sea una verdadera Escuela de Valores.
“…Este pequeño libro habla de Judo y valores. De cómo un Judo bien orientado podría contribuir a formar personas y ciudadanos responsables y respetuosos consigo mismos y con los demás…”
“…se contempla la capacidad de autoexigencia y auto superación, de resistencia ante las adversidades, paciencia, sencillez y moderación…”