EL DESTINO TIENE UNA SINGULAR FORMA DE MOSTRARNOS LA VIDA
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Susana es una abogada de 36 años, dedicada a su trabajo en un importante bufete de Barcelona. Con motivo de asistir al funeral de su abuelo, regresa al municipio de su tierra natal, de su infancia y juventud, donde vivió antes de marchar a la universidad.
La primera noche, se ve movida por un impulso irreprimible y experimenta un suceso que le afecta gratamente, aunque, con cierto temor. Su manera de entender la vida, se altera de forma positiva al imbuirse de una desconocida energía, una capacidad sobre natural, que debe aprender a utilizar, eficaz y acertadamente en el menor tiempo posible.
Su día a día, cambia radicalmente cuando se encuentra con un antiguo compañero de juventud y una amiga de estudios. Establece contacto con un párroco amigo de su abuelo, que le plantea llevar a cabo una misión, la misma que desempeñaba el familiar y sus antepasados, prometiendo ser su orientador y guía.
Su expresividad y forma de ser, se ve felizmente recompensada, estableciendo una sólida relación sentimental, que le aporta seguridad para construir una nueva vida en el futuro inmediato.
Con el paso del tiempo, consigue recuperar su actividad profesional y al mismo tiempo, crear con éxito una labor social que vendrá desarrollando con normalidad, conjuntamente con una tarea que no puede abandonar por ser, posiblemente, una de las pocas personas o la única, capaz de llevarla a cabo en el mundo.